¡Todo
era amor... amor! No había nada más que amor. En todas partes se
encontraba amor. No se podía hablar más que de amor.
Amor
pasado por agua, a la vainilla, amor al portador, amor a plazos. Amor
analizable, analizado. Amor ultramarino. Amor ecuestre.
Amor
de cartón piedra, amor con leche... lleno de prevenciones, de
preventivos; lleno de cortocircuitos, de cortapisas.
Amor
con una gran M, con una M mayúscula, chorreado de merengue, cubierto
de flores blancas...
Amor
espermatozoico, esperantista. Amor desinfectado, amor untuoso...
Amor
con sus accesorios, con sus repuestos; con sus faltas de puntualidad,
de ortografía; con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.
Amor
que incendia el corazón de los orangutanes, de los bomberos. Amor
que exalta el canto de las ranas bajo las ramas, que arranca los
botones de los botines, que se alimenta de encelo y de ensalada.
Amor
impostergable y amor impuesto. Amor, incandescente -y amor incauto.
Amor indeformable. Amor desnudo. Amor-amor que es, simplemente, amor.
Amor y amor... ¡y nada más que amor!
Luciana, están buenísimo los textos. Con tiempo, voy a leer con más atencion. Esta semana estoy complicada porque rindo el viernes. Voy a ver si agrego algo. Qué pasó con las chicas? Habrán entendido? Además hay otra manera para mandarse mensajes? Soy media queso con esto.
ResponderEliminarLo mismo digo: buenísimos! Creo que ya hay suficiente material como para seleccionar ¿no? La otra forma por ahora es por correo nomás...¿viste que mandé uno (a la cuenta de gmail)? Sólo Elena respondió pero no veo que se haya agregado al blog...
ResponderEliminarCuando puedas ponéles etiquetas a los textos así va a ser más fácil para acceder y elegirlos: cuando editás la entrada (o le ponés editar si ya está publicada) en la columna de la derecha te aparece agregar etiquetas, yo puse poesía, cuento, textos literarios (pero se pueden agregar las que te parezcan!).