- 21 - (del libro Espantapájaros, de O. Girondo)
Que los ruidos te perforen
los dientes, como una lima de dentista, y la memoria se te llene de
herrumbre, de olores descompuestos y de palabras rotas.
Que te crezca, en cada uno
de los poros, una pata de araña; que sólo puedas alimentarte de
barajas usadas y que el sueño te reduzca, como una aplanadora, al
espesor de tu retrato.
Que al salir a la calle,
hasta los faroles te corran a patadas; que un fanatismo irresistible
te obligue a prosternarte ante los tachos de basura y que todos los
habitantes de la ciudad te confundan con un meadero.
Que cuando quieras decir:
“Mi amor”, digas: “Pescado frito”; que tus manos intenten
estrangularte a cada rato, y que en vez de tirar el cigarrillo, seas
tú el que te arrojes en las salivaderas.
Que tu mujer te engañe
hasta con los buzones; que al acostarse junto a ti, se metamorfosee
en sanguijuela, y que después de parir un cuervo, alumbre una llave
inglesa.
Que tu familia se divierta
en deformarte el esqueleto, para que los espejos, al mirarte, se
suiciden de repugnancia; que tu único entretenimiento consista en
instalarte en la sala de espera de los dentistas, disfrazado de
cocodrilo, y que te enamores, tan locamente, de una caja de hierro,
que no puedas dejar, ni un solo instante, de lamerle la cerradura.
Consigna de escritura
Piensen en alguien a quien le deseen lo peor, no lo digan, téngalo en mente... Ahora escriban (pueden hacerlo en parejas o pequeños grupos) un poema de por lo menos, tres párrafos, lleno de malos e insólitos (cuanto más, mejor) deseos al estilo de Oliverio Girondo....