La leyenda del amor
Dicen
que cuando aún no existían ni el hombre ni la mujer sobre la tierra, estaban
sueltos por el planeta, sin saber en quién encarnarse, las virtudes y los
defectos.
Una
tarde de lluvia, estaban todos reunidos. Estaba el aburrimiento, tan
aburrido... que se acercó la ternura, tan tierna siempre, y le dijo:
-
¿Y si jugamos a algo?
-
¿A qué?- le contestó el aburrimiento.
-Podrías
ser... ¡a las escondidas!
Repentinamente,
apareció la locura.
-
Yo cuento- dijo- A la una, dos, tres, cuatro...
No
se animaron a contradecirle porque se ponía loca. Que contara ella. Y corrieron
a sus escondites.
La
ensoñación no sabía dónde meterse, pues el cielo estaba tan negro después de la
tormenta...De pronto, un rayo iluminó una nube rosada cerca del horizonte y
entonces se fue a meter ahí. Otro relámpago... y el cielo se cerró.
La
dulzura se orientó por los panales y encontró un hueco de un árbol. La pasión
caminó sinuosa hasta el cráter de un volcán. Se asomó. Estaba en erupción.
Perfecto. Se arrojó allí dentro. La mentira dijo que se iba a esconder detrás
de una piedra. Mentira. Se ubicó detrás de un ciprés. Y así, cada uno iba
encontrando su escondite.
Ya
la locura venía contando por 89, 90, 91... cuando el amor, escondido detrás de
un tronquito de un rosal, se dio cuenta de que lo iban a descubrir
inmediatamente. Sobre la cuenta final, se metió bajo las raíces, se cubrió con
la tierra húmeda y se quedó ahí.
-¡99,
100!- dijo la locura y salió a buscar.
Enseguida,
se tropezó con alguien. Era la pereza, que no se había movido.
-
Por pereza, por pereza...- dijo la locura, mientras tocaba un árbol. Se
divirtió mirando cómo corría la duda de un escondite a otro.
-
Por la duda- dijo de pronto- Por la duda.
Tuvo
suerte. Otro relámpago descubrió el escondite de ensoñación. Se guió por el
rumor de los panales y encontró a la dulzura. Se orientó por el olor de la
basura y no se equivocó, encontró a la injusticia...Pudo con la mentira. Con la
pasión fue fácil. Y llegó el momento en que los tuvo a todos otra vez reunidos.
Pero
se puso loca cuando vio que le faltaba el amor. Fue en ese momento cuando se le
acercó la traición y, susurrando, le dijo:
-Debajo
de las raíces del rosal.
-¡¿Qué?!-
gritó la locura.
-De-
ba-jo de las raí-ces del ro-sal -repitió, casi silabeando, la traición.
La
locura fue. No encontró al amor, a primera vista. Se puso más loca. La crueldad
le alcanzó una horquilla y ella la hundió con desesperación entre las raíces.
Entonces, apareció el amor con los ojos ensangrentados y le dijo:
-¡Ay,
locura! ¿Qué me has hecho? Me has arrancado los ojos.
-¡Ay,
amorcito! ¿Qué es lo que hice?- dijo ella, soltando la horquilla.- Y entonces,
ahora... ¿qué puedo hacer por ti?
-Bueno,
no sé...-le contestó el amor.-Se me ocurre que, como me has dejado ciego,
podrías servirme de lazarillo.
Y
es desde entonces, claro, que por el mundo vaga el amor, ciego, siempre de la
mano de la locura.
Versión de Ana María Bovo en el espectáculo Ana
cuenta cuentos
Actividades grupales.
Relean la leyenda y en
equipo de cuatro integrantes realicen las siguientes actividades:
1_ Con los mismos
personajes de esta historia (aburrimiento, ternura, locura, ensoñación,
dulzura, pasión, mentira, amor, pereza, duda, injusticia y traición).
Seleccionen y realicen la consigna A ó B.
A- Escriban una breve historia
en la que estos personajes juegan a la escondida y uno de ustedes debe
encontrarlos.
Atención: deben cambiar el lugar de escondite
de cada personaje.
B- Relaten un partido de fútbol en el que estos
personajes son los jugadores.
Atención: Elijan el
nombre de los equipos y dividan 6 personajes para cada uno.
Para debatir en forma
oral:
2- ¿Por qué creen que se
dice que el amor es ciego y loco? Reflexionen al respecto.
Para realizar individualmente:
3- Elegí uno de los
personajes de la leyenda y dibujalo.